José Luis García Rozas nació un 19 de agosto. Los primeros 8 años vivió con sus abuelos maternos, Isabel y Melchor. Ellos le inculcaron el amor a la familia y el afecto al trabajo. A los 8 años sus padres adquirieron una pensión en la Calle San Pablo, “Pensión Peña de Francia”. Él ayudaba a sus padres, a la vez que estudiaba y practicaba deportes.
Fue un gran deportista y ganó medallas en varias disciplinas, pero su gran pasión fue el fútbol. Compaginaba los entrenamientos con los estudios y con el trabajo en la pensión de sus padres. Jugó en el Monterrey, aquí le empezaron a llamar “rozas”, después pasó al Salmantino y posteriormente Garcia Traiz, entrenador de la U.D. Salamanca se lo llevó a su equipo. Tras pasar un tiempo en la UDS, quiso volver al Salmantino. Ya estando casado lo fichó el Cacereño y posteriormente, el Almería y el Tarrasa. Jose Luis sufrió una grave lesión a los 23 años que le obligó a dejar el fútbol.
Tras su retirada del fútbol volvió a Salamanca y empezó a trabajar con su padre. Se involucró en los negocios de construcción y finalmente fundó su propia empresa, PROCASA.
En la empresa incorporó a su padre y a su primo, y posteriormente a otros socios. La empresa comenzó a crecer y construyó varios edificios en Salamanca , montó negocios de hostelería, como “Camelot”, una discoteca famosa en toda España o “Morgana”. Con Procasa se expandió a otras ciudades como Valladolid o Tenerife, donde creó un hotel, un centro comercial y varias urbanizaciones; una vez instalado en Tenerife nació PINON 21.
Fue un hombre emprendedor, trabajador, sumamente inteligente, pero sobre todo, lo que más le importaba era la familia y sus amigos. Su tesón, su fuerza de voluntad, su inteligencia y sobre todo su amor, hicieron que fuera un hombre único e irrepetible, una persona difícil de olvidar, que fue un ejemplo para todos nosotros y lo sigue siendo.